La piel es el órgano más grande que tenemos los seres humanos. No solo nos protege de microorganismos, sino también de la temperatura atmosférica y químicos externos. Junto con las uñas, pelo y glándulas sebáceas, conforman el sistema -atención porque ni yo lo había escuchado- tegumentario. Y el cuidado de la piel es un tema que da para largo. 

La piel a través de los tiempos

Y es que el aspecto y cuidado de la piel varían según el siglo y lugar en que nos detengamos. Antiguamente mientras más clara la piel de una mujer, más bella y mejor status se le atribuía. Los egipcios usaban aceite de oliva y mezclas de arcilla para limpiar, sal para exfoliar y leche para suavizar. Su uso de maquillaje no solo tenía un propósito estético, sino también práctico: servía para protegerse del sol y las condiciones de la vida en el desierto. Milenios después y ya vemos que en 1700, en Europa especialmente, el cuidado de la piel suma nuevas prácticas y significados. Mientras más maquillaje, más estatus. ¿Y cómo la cuidaban? Pues con saunas, baños de vapor y leche, baños de leche. 

Nuevos y mejores productos

Pero la necesidad de mantener la piel joven y saludable sigue vigente y es universal. A la búsqueda de juventud y lozanía en el cutis, se le han sumado nuevos desafíos, tales como el combate a la celulitis. Los tratamientos que más se sugieren son hábitos, como dejar de lado el cigarrillo, el alcohol y aplicar duchas frías. Los masajes han demostrado ser efectivos también. Y para ello, hay que saber escoger la loción a aplicarse. Y aquí nuestra recomendación: La marca Aleluney tiene un pack de crema corporal antiedad que puede ayudar mucho. Una hidratante y otra anticelulítica. Con flores de Bach, estas cremas de Aleluney suman el poder de la terapia floral junto a ricos ingredientes naturales. Todos juntos actuando en tu cuerpo.