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Yoga Facial

Yoga Facial

Muchos tenemos el deseo de tener un envejecimiento amigable, que refleje salud y paz. Y si bien hay varios métodos para lograrlo, no todos son igual de baratos o naturales. Aquí es donde el yoga facial propone una opción que cada vez tiene más adherentes, con ejercicios que logran aliviar tensiones y reducir estrés, entre otros.

¿Qué es?

Aunque el nombre es bastante intuitivo, el Yoga Facial se refiere a un conjunto de masajes y ejercicios musculares aplicados en la cara, la piel y el sistema linfático. Estos también pueden ser extendidos al cuello y hombros.

Llevar a cabo esta rutina de forma comprometida mejora no solo la salud corporal, sino que ayuda en un bienestar general, tanto de la mente como el cuerpo.

Es posible focalizar la acción de estos ejercicios en partes específicas de la cara como las cejas, las líneas de la frente o las sienes, según sea el problema que quieras solucionar. Cada área del cuerpo tiene una correlación con aspectos de estrés, ansiedad o falta de sueño.

Ejercicios

Lo primero es tener las manos y cara bien limpias. También es recomendable usar algún aceite o serum para que el roce no irrite.

Con los ejercicios puedes sentir el punto de contacto tibio, pero no estará bien si sientes algún dolor. 

Dependiendo que efecto quieras, puedes escoger diferentes técnicas. Aquí te dejamos un par de ejemplos para conozcas un poco más.

Alivio de tensión: Alivia el cansancio ocular, muy útil para hacerlo antes de dormir. Presiona levemente la esquina interior de los ojos por unos 30 segundos, luego, mueve los dedos circularmente por otros 30 segundos en el mismo lugar. Finalmente repite en la dirección opuesta.

Círculos oculares: ayuda a reforzar la oxigenación y aliviar la hinchazón. Para ello, pon tu dedo anular en las cejas y desplázalo hacia su extremo exterior. Luego pasa a las sienes y de ahí a las mejillas y pómulos. Siempre con una presión muy ligera.

Alisar cejas: Este ejercicio relaja el músculo frontal, ubicado en la frente. Este músculo se usa muchísimo por su alta capacidad expresiva, pero con el tiempo se va poniendo rígido y acostumbrando a la tensión.

Para relajarlo de forma efectiva debes poner tus dedos en el centro de tu frente. Luego, presionarlos suavemente mientras mueves los dedos hacia las sienes para luego volver al centro. Hacer esto por 30 segundos.

Como ves en estos ejemplos, son ejercicios simples, pero su efectividad se notará en tu piel y en tu sensación de bienestar general. Es importante mencionar que cada cara tiene sus particularidades y es necesario siempre estar muy consciente de los ejercicios que haces para comprobar su efectividad y hacer cambios si es necesario.

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